jueves, 14 de junio de 2012

Casarse tiene premio

Publicado en El País, 12/06/2012:

  • Comercios de Ourense invitan a hacer turismo a novios que compren el traje
  • El cliente recorre la ciudad, degusta vinos y se baña en las termas 

La economía no entiende de amor ni desamor: con la crisis hay menos bodas, menos banquetes y menos divorcios. José Araujo, empresario de Ourense y exconcejal del PP, ha ideado un gancho para atraer a los cada vez menos hombres que tienen que vestirse para una ceremonia de este tipo. Tras ver cómo su tienda de ropa masculina veía mermadas sus ventas por la contracción del consumo, decidió ligar su producto al potencial turístico de Ourense: termalismo, enología o gastronomía sirven como polo de atracción de compradores no solo del resto de Galicia, sino también de León y del norte de Portugal. Primero empezó como un servicio solo para los futuros maridos, pero luego lo extendió al resto de invitados.

A los clientes de la tienda de Araujo, denominada Alvarino, que gasten al menos 1.000 euros, se les paga la gasolina de su desplazamiento hasta la ciudad de Ourense. Y es aquí cuando dejan de ser clientes y se convierten en invitados. Un taxi los pasea por la ciudad, donde son invitados a una consumición en el templo ourensano del jazz, el Café Latino. Además, se incluyen paradas para hacer turismo por la zona histórica o el comercial ensanche articulado por la rúa do Paseo. La gastronomía hace parada en una tapería que ofrece lo mejor de la cocina de moda o en unas bodegas de O Ribeiro, donde además de visita guiada, podrán maridar sabores en una degustación con vistas al impresionante embalse de Castrelo de Miño.

Las termas de A Chavasqueira, Outariz o Prexigueiro recibirán con las puertas abiertas a los invitados, que podrán relajarse entre aguas termales y baños de vapor. La noche tiene su espacio en una suite de un hotel de cuatro estrellas de la ciudad y antes, en un local de copas, donde están incluidas las consumiciones. La promoción funciona desde hace una semana y estará activa hasta el 31 de diciembre.

En total, una docena de establecimientos se han sumado a la iniciativa que busca incentivar las compras y promover atractivos turísticos. “Inicialmente lo planteamos para trajes de ceremonia de novios y padrinos, pero luego pensamos que cualquier persona que comprase debía de formar parte de la promoción”, explica Araujo.

La tienda centra su producto en moda masculina, habitualmente más apartada de los grandes circuitos de compras. Por eso, Araujo insiste en que “el novio tiene el mismo derecho a ilusionarse y a disfrutar de la compra de su traje de ceremonia como la novia”. No hay sorteos, ni listas, ni grandes trámites. Basta desplazarse a Ourense, ir a la tienda y comprar. A partir de ahí, el exedil del PP y su equipo se encargan de gestionar la promoción a través de vales, reservando el hotel o cerrando la cata de vino en la bodega de O Ribeiro. “Desde el momento en que llega a nuestra tienda hasta que se van de la ciudad, nosotros nos ocupamos de que se convierta en una experiencia inolvidable porque queremos que la comparta con alguien”. Y es que la promoción es para dos personas.

La idea surge de un empresario que se hizo popular en todo el Estado por ser el primer concejal gay del PP que se casó en abril de 2006, después de que el Gobierno de Zapatero aprobara la Ley del Matrimonio Homosexual que su partido mantiene recurrida ante el Tribunal Constitucional. La ceremonia se convirtió en una convención de cargos populares. Lo casó el exalcalde popular de Ourense Manuel Cabezas y entre los invitados que posaron con los novios en la puerta de la casa consistorial no faltaron, el ahora presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, o el expresidente de la Diputación ourensana José Luis Baltar.

Más allá de los grandes titulares, Araujo gestionó la cultura de la ciudad durante dos legislaturas municipales. Sabe cómo moverse en el farragoso terreno de la promoción de eventos amparados por empresas. Por eso, otro de los objetivos es fomentar los atractivos turísticos ourensanos. “Tenemos una ciudad con un gran potencial que enamora a quienes vienen a visitarla. Siempre que voy a las termas acabo explicando a turistas donde comer o comprar, porque también tenemos una gran oferta comercial”. La idea sigue viva. El empresario sabe que la suma de todos hace más fuerza y ahora negocia nuevos acuerdos para aumentar el número de empresas que participan en la iniciativa para atraer a invitados a bodas.

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